Facundo Argüello asumió como nuevo director técnico de Villa Dálmine y ya dirigió su primera práctica |
Tras el partido del pasado 18 de diciembre en Mendoza, el plantel de Villa Dálmine estuvo licenciado poco más de dos semanas y este miércoles se volvió a juntar para comenzar la pretemporada. La novedad principal en este regreso pasa por el cambio de mando en la dirección técnica. Es que Walter Marchesi volverá a trabajar en las inferiores y su cargo fue asumido por quien era su ayudante de campo, Facundo Argüello. De esta manera se mantiene el mismo cuerpo técnico y se suma Adrián Fernández como nuevo ayudante de campo.
La otra novedad es la incorporación del experimentado arquero de 37 años Sebastián Blázquez. El nuevo encargado de defender los tres palos violetas, tras la salida de Kletnicki, es oriundo de Bahía Blanca y surgió de Talleres de Remedios de Escalada. Además, atajó en una docena de Clubes de Argentina y el exterior. En el País, su último equipo fue Belgrano de Córdoba, en 2013, mientras que a Villa Dálmine llega proveniente del Aucas de Ecuador.
Con el arco asegurado, Argüello ahora pretende reforzar el equipo con un volante por derecha. En ese sentido, el apuntado para ocupar ese puesto era el jugador de Fénix Federico Presedo, aunque las negociaciones con su Club no llegaron a buen puerto y se habría caído su llegada. Por eso, ahora el nuevo deseo de Argüello es contratar al colombiano Cristian Mejía, que viene de desempeñarse en el Deportivo Pereira de la segunda división del fútbol de su País.
Mientras tanto, Villa Dálmine tiene la posibilidad de sumar un tercer refuerzo, debido a la grave lesión sufrida por Mauricio Alonso que lo mantendrá alejado de las canchas por varios meses. Por eso, no se descarta la llegada de un delantero, aunque, en principio, no sería la prioridad de Argüello, ya que en contrapartida a la lesión del uruguayo, podrá volver a contar con Brian Visser, ya recuperado de su rotura de ligamentos cruzados.
Con este panorama, el plantel violeta ya comenzó la primera semana de trabajos físicos que se extenderá hasta este sábado, para luego, desde el próximo lunes, comenzar con la etapa más exigente con trabajos en triple turno. Más adelante, la intención sería la de jugar algunos amistosos para ir agarrando ritmo futbolístico de cara al reinicio del torneo, pactado para el fin de semana del 28 de enero, siempre y cuando se solucionen los problemas económicos que tiene la AFA que podrían generar un nuevo parate en el fútbol.
El primer objetivo que se propuso el cuerpo técnico ahora encabezado por Argüello, es el de clasificar a la próxima Copa Argentina. Para eso, deberá terminar entre los doce mejores de la primera rueda, a la que aún le quedan tres partidos. El primero será ante Santamarina, en Campana, el último fin de semana de enero, luego, entre semana, jugará el pendiente de la 7ª fecha ante Chacarita, también como local, y finalmente el primer fin de semana de febrero visitará en Jaureguí a Flandria. Hoy, el Viola ocupa el puesto 13 de la tabla, por lo que deberá obtener buenos resultados para lograr la clasificación.