Los Andes 3 - Villa Dálmine 3
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| El uruguayo Mauricio Alonso saca el remate que se transformará en el primer gol de la tarde en Lomas de Zamora |
El punto terminó siendo poco premio. Y no se habla acá de merecimientos futbolísticos, sino del corazón que mostró Villa Dálmine ayer en Lomas de Zamora, donde enfrentó a Los Andes en el partido pendiente de la 16ª fecha. Porque a pesar de empezar ganando antes de los dos minutos, el Violeta debió remarla mucho en ese infartante segundo tiempo. Sufrió golpes duros y, sin embargo, se levantó una vez. Y otra. Y fue siempre, dejándolo todo y chocando nuevamente con fallos dudosos. Pero ahí estuvo otra vez el Violeta, inflando el pecho al momento del saludo final, con la frente en alto y con otro punto más para una cosecha que no se detiene desde la llegada de Walter Marchesi: 21 puntos en 11 fechas.
Esta vez fue 3-3 como visitante frente a Los Andes, con un doblete del uruguayo Mauricio Alonso (llegó a cuatro en el torneo) y un cabezazo de Francisco Fydriszewski (acumula 6), cuyo ingreso fue clave en el complemento.
Ahora, el Violeta (12º con 24 puntos) deberá mostrar nuevamente capacidad de reacción. Porque así como resurgió de las cenizas en este campeonato, deberá recuperarse rápidamente del gran esfuerzo realizado ayer en un terreno muy pesado. Es que el domingo desde las 15.30 tendrá un nuevo compromiso. Será como local, ante Atlético Paraná, contra el que intentará sumar tres puntos que lo dejen a la puerta de los 30 en el torneo. Ése sí que sería un merecido premio para un plantel que, con el corazón en la mano, da batalla, suple limitaciones y supera las adversidades de turno.
EL PARTIDO
Cuando todavía no habían pasado dos minutos desde que Alejandro Castro marcó el inicio del juego y mientras los equipos se acomodaban a un escenario de tribunas vacías (se jugó sin público) y clima hóstil (frío y lluvia), Renso Pérez capturó una pelota en el círculo central y casi en la misma acción, puso a correr a Mauricio Alonso. El uruguayo escapó a pura velocidad por derecha, evitó el cierre de Sebastián Valdez y sacó un remate cruzado que venció a Maximiliano Gagliardo.
Sí: el reloj todavía no señalaba los 2 minutos y el Violeta se ponía en ventaja con el segundo gol consecutivo de Alonso (había convertido en Jujuy). Un arranque ideal para el esquema propuesto por Walter Marchesi. Es que más allá de la ausencia de Horacio Falcón (en su lugar ingresó Nicolás Álvarez y entonces Fabrizio Palma completó el doble 5 junto a Federico Recalde), la idea era no entregarle espacios a Los Andes en terreno propio y aprovechar los que pudieran surgir de contra ante un equipo que llegaba golpeado y con nuevo entrenador (el interino Marcelo Barrera reemplazó al despedido Felipe De la Riva).
Y con el tempranero gol, ese trámite pensado por Villa Dálmine se acentuó, porque el Milrayitas debió salir con mayor esmero a buscar el arco de Carlos Kletnicki, mientras el equipo de nuestra ciudad se sentía cómodo achicando espacios hacia atrás.
Con ese panorama, el único desequilibrio que conseguía el local era con Nicolás Ramírez, quien aparecía abierto por izquierda y complicaba la tarea de Federico Acosta. Por ese sector volcaba su juego el elenco de Lomas de Zamora, que también trataba de aprovechar las subidas del lateral Francisco Martínez.
Entonces, por momentos, el Violeta retrocedía demasiado (y peligrosamente), pero también lo hacía sabiendo las dudas que mostraba la defensa de Los Andes y las oportunidades que eso podía generar para Alonso y Cérica.
Y cuando parecía que Villa Dálmine tenía el juego controlado, un rechazo defensivo del fondo local, generó un anticipo de Matías Llinás en el círculo central derivó en una contra letal que continuó con Sergio Sosa, con la apertura para Ramírez, quien no se nubló al pisar el área y cedió el balón al medio para la llegada de Llinás, que definió con precisión de cara a Kletnicki.
De allí al final de la primera parte, el partido se planteó más en la mitad de la cancha. Incluso, el equipo de Marchesi pudo incursionar seguido en campo rival y contar con varias pelotas paradas que no supo aprovechar (Los Andes cometió muchas infracciones por entradas fuertes, pero Castro sólo amonestó a Basualdo y García, cuando Brítez Ojeda y Valdez también deberían haber visto la amarilla).
Increíblemente, el segundo tiempo no tuvo nada que ver con el primero. Los dos equipos fueron "largos", el mediocampo se abrió y se tornó zona de tránsito y, entonces, todo fue tan entretenido como emocionante.
A los 3 minutos, el primero en llegar con peligro fue Los Andes, con un remate de Martínez que Kletnicki alcanzó a desviar al córner. Luego, el Violeta generó tres opciones muy claras en seis minutos. A los 9, un buscapié de Alonso cruzó toda el área chica a pesar del esfuerzo de Cérica por intentar desviar el balón; a los 12, otro desborde de Alonso por derecha generó un centro a media altura que superó a Gagliardo y que Renso Pérez, con el arquero fuera de acción, no pudo conectar de lleno entrando por el segundo palo dentro del área chica; y a los 15, Cérica bajó una pelota parada y el juvenil Federico Acosta quedó solo ante Gagliardo dentro del área chica, pero no pudo errarle al 1 local en la definición y la pelota terminó en el córner.
Y en fútbol se sabe: los goles que no se convierten en el arco contrario, se reciben en el propio. Y eso sucedió a los 19 minutos. Linas le ganó la posición al paraguayo Ángel Alonso, pero muy abierto sobre la izquierda. Sin embargo, desde allí, se las arregló para armar un jugadón que contó con la ayuda de la tibia marca de Recalde, Acosta y el propio Alonso, quienes quedaron en el camino y terminaron observando de atrás cómo el delantero definía ante el achique de Kletnicki cuando la jugada pedía centro atrás.
En desventaja, la pregunta en Villa Dálmine era una sola: ¿cómo reaccionaría ante esa situación? La respuesta la tiró a la cancha Marchesi desde el banco de suplentes: Francisco Fydriszewski.
El "Polaco" fue vital para la recuperación Violeta. Y un minuto después de haber ingresado, armó un desborde de 30 metros por derecha, dejando en el camino a Martínez y eligiendo con frialdad al momento del centro atrás, para que el uruguayo Alonso no tuviera mayores inconvenientes para definir ante un indefenso Gagliardo.
Iban 23 minutos. Y de allí en adelante, los dirigidos por Marchesi jugaron con la convicción de que podían quedarse con la victoria. Incluso, se mostraban más enteros que Los Andes, que apenas tuvo una doble chance en un tiro libre de Walter García que desactivó Kletnicki y un posterior y tibio cabezazo de Linás que contuvo sin mayores problemas el arquero.
Fue una jugada aislada para el local, que sufría al tridente Fydriszewski-Cerica-Alonso y las llegadas de Pérez y Brizuela por detrás. El "Polaco" pivoteaba y abría caminos para avances que generaban zozobras en el fondo Milrayita.
Así, por decantación, Villa Dálmine llegó al 3-2, que, en realidad, nunca fue 3-2. Todo sucedió cuando un gran centro de Brizuela tras un despeje de un tiro libre encontró la cabeza goleadora de Ángel Alonso. Iban 39 minutos y parecía el golpe que liquidaba a Los Andes. Pero los de Lomas de Zamora respiraron cuando vieron que el asistente tenía la bandera levantada.
Y ese alivio le permitió salir al local, que a la jugada siguiente se encontró con un gol impensado: Espínola ganó por derecha, mandó el centro pasado, Moreno ensayó una volea, la pelota pegó en el primer palo y recorrió hacia fuera toda la línea hasta el otro palo, donde estaba solo Linás, que únicamente debió empujarla para sellar su triplete y adelantar 3-2 a Los Andes.
Y mientras el delantero festejaba, todos los jugadores de Villa Dálmine cargaron contra el árbitro Alejandro Castro y sus asistentes. Reclamaban que no había sido offside el gol anulado a Alonso y que sí había sido el convertido por Linás.
Se le desmoronaba todo al Violeta. Tanto esfuerzo parecía no encontrar recompensa. Pero este equipo de Marchesi siempre ha mostrado reacción ante la adversidad. Y ayer sumó un capítulo más a esa historia, porque a los 42, Brizuela ejecutó con rosca un tiro libre frontal y Fydriszewski saltó más que todos para dejar sin reacción a Gagliardo y establecer el 3-3 final.
Claro: antes hubo más sufrimiento. Una imprudencia de Zamponi le entregó un tiro libre en la medialuna a Los Andes, pero el remate de Brítez Ojeda salió muy alto en lo que fue la última acción.
Sí, por los goles y, en especial, por el segundo tiempo, terminó siendo un partidazo que volvió a demostrar que este Villa Dálmine que se recuperó de las cenizas, no se olvida de dónde viene y sigue peleando gol a gol, punto a punto, el merecido lugar que se ha ganado en el Nacional B.
Por: Pablo Scoccia
Síntesis del partido
LOS ANDES (3): Maximiliano Gagliardo; Gastón Guruceaga, Walter García, Sebastián Valdéz, Francisco Martínez; Germán Basualdo, Marcos Brítez Ojeda, Marcelo Scatolaro, Nicolás Ramírez; Sergio Sosa y Matías Linas. CAMBIOS: 8' ST Carlos Espíndola x Basualdo y 35' ST Emanuel Moreno x Ramírez. DT: Marcelo Barrera. SUPLENTES: Federico Díaz, Marcelo Tinari, Facundo Nasif, Enrique Secaffien y Julián Vivas. AMONESTADOS: Basualdo, Linás y Valdez.
VILLA DALMINE (3): Carlos Kletnicki; Federico Acosta, Ángel Alonso, Rubén Zamponi, Jorge Demaio; Nicolás Álvarez, Federico Recalde, Fabrizio Palma, Renso Pérez; Mauricio Alonso y Ezequiel Cérica. DT: Walter Marcehesi. CAMBIOS: 17' ST Hugo Brizuela x Palma; 21' ST Francisco Fydriszewski x Acosta y 43' ST Juan Alsina x Cérica. SUPLENTES: Fernando Otarola, Luciano Recalde, Augusto Colaneri y Jonathan Figueira. AMONESTADO: Zamponi.
GOLES: 2' PT Mauricio Alonso (VD); 28' PT Matías Linás (LA); 19' ST Matías Linás (LA); 23' ST Mauricio Alonso (VD); 40' ST Matías Linás (LA) y 42' ST Francisco Fydriszewski (VD)
ARBITRO: Alejandro Castro
ASISTENTES: Nicolás Rosaminer y Carlos Mihura
CAMPO DE JUEGO: Eduardo Gallardón (Bueno)
PUBLICO: 70 personas (jugado a puertas cerradas)
GALERIA DE FOTOS
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VIDEO: El partido completo (TyC Sports Play)
