jueves, 24 de mayo de 2012

Dálmine campeón: La campaña


El equipo de Dálmine Campeón Temporada 2011/2012 de Primera “C”
Tras 15 interminables años Dálmine logró despedirse de la “C”, 15 años donde ha habido buenas y malas, jugando una categoría apática para un Club que en el resto de su historia estuvo acostumbrado a más. Los primeros años en la “C” lo tuvieron siempre como protagonista, clasificando casi siempre a los torneos reducidos (excepto en la temporada 99/00); hasta que en el 2002 logró coronarse campeón del apertura con aquel recordado equipo de los “magnificos”, pero al año siguiente perdió la final ante Colegiales quedándose sin el ascenso. La siguiente temporada también lo tendría como protagonista, pero su sueño se terminó en la segunda fase del reducido al perder con Deportivo Merlo.

Luego vinieron años difíciles para el Viola, dónde ya ni siquiera lograba clasificar a los torneos reducidos y hasta tuvo que mirar de reojo los promedios. Recién volvería a clasificar a un reducido en la temporada 2008/2009, pero ésta vez fue Excursionistas el que lo eliminó en semifinales. Luego vendrían otros dos años duros con malas campañas que hacían que la temporada 2011/2012 comience con un Dálmine obligado a sumar puntos para escapar de la zona baja de los promedios.
El largo camino para lograr este ascenso comenzó aya por junio de 2011, cuando Villa Dálmine, de la mano de Walter Otta como DT, comenzó a darle forma a este equipo. Con la base del equipo del año anterior comenzaron a llegar jugadores: los primeros fueron Dávila, Renso Pérez, el “Polaco” Sánchez y el “Dudy” Pérez; luego firmaron Gásperi y Diduch; y finalmente el “Menchu” Fernández y quién sería su goleador, Damián Salvatierra, entre los refuerzos más importantes. Además para esta temporada se había logrado conseguir que el terreno del estadio pase a manos del Club, por lo que ya no debía depender de la voluntad de la empresa para tomar las decisiones en su propia casa.
Fue así que llegó la reconstrucción de la tribuna “Frattini” con viguetas de cemento y se trabajó sobre el campo de juego para dejarlo en excelentes condiciones. Los cimientos ya estaban colocados, solo restaba comenzar a construir una campaña que lo lleve a Dálmine al lugar dónde merecía: la Primera “B”.
Y llegó el 6 de agosto, día del debut, el rival Defensores de Cambaceres. El Viola comenzó con el pie izquierdo, ya que a pesar de ser superior en los 90’ cayó derrotado ante el equipo de Ensenada. Para colmo, a la siguiente fecha pierde el clásico en Zárate y una semana después apenas un empate como local ante Urquiza comenzaba a inquietar a su gente. La primera victoria llegó en Soldati, dónde goleó a Sacachispas por 3 a 0; pero en la siguiente fecha otra vez quedaría en deuda como local al caer derrotado ante San Miguel.
Y llegó el partido bisagra, fue en Luján; Dálmine llegaba con solo 4 puntos en 5 fechas, una derrota lo hacía entrar en zona de promoción en los promedios y hasta se rumoreaba que Otta podría dejar de ser el técnico. Luego de un primer tiempo difícil, en el segundo se destapó y consumó una goleada por 3 a 0 que le dio aire y fue el punto de partida definitivo de una gran campaña. Fueron 7 victorias consecutivas (Luján, Argentino de Merlo, Dock Sud, Central Córdoba, El Porvenir, Berazategui y Além) que lo hicieron llegar a ser el escolta de UAI Urquiza. Y en su visita a Villa Lynch se trajo un punto que le sirvió para seguir cerca. En tanto avanzaba en la Copa Argentina, primero eliminando a Armenio y luego a Platense con un empate agónico sobre el final y ganando en los penales.
La primera vez que llegó a la punta fue el 6 de noviembre, con un triunfo inobjetable ante Español donde ganó, goleó y gustó; y aprovechó el empate de la UAI para acompañarlo en lo más alto de la tabla. En la siguiente no pudo mantener la punta, aunque el empate en Laferrere no dejó de ser un buen resultado, remontando un 0-2 en contra. Pero, a la siguiente fecha el punto no tuvo el mismo sabor, ya que en Campana ante Midland lo tuvo para ganar, pero sobre el final el arquero le atajó el penal a Cáspary que le hubiera dado la victoria. Llegaba el turno de un partido histórico para el Viola, debía viajar a Catamarca para enfrentar a San Lorenzo por los 32avos de final de la Copa Argentina. Muchísimos hinchas recorrieron los más de mil kilómetros en busca del batacazo; pero a pesar de comenzar ganando, el Ciclón logró darlo vuelta y terminó con las ilusiones violetas, que cayó de pie y dejo una imagen más que digna.
Ya fuera de la Copa Argentina, Dálmine apuntaba todos sus cañones al torneo de la “C”, y en su regreso de Catamarca sintió el golpe al caer derrotado ante Liniers en Villegas, cortándose así una racha de once partidos invictos y quedando a 5 puntos del por aquel entonces puntero UAI Urquiza. La recuperación llegó a la siguiente fecha tras vencer a Excursionistas en Campana y en el cierre de la primera rueda logró un buen empate en Escalada ante Talleres.
La segunda rueda del certamen comenzó el 16 de diciembre de 2011, con un empate en la barranca quilmeña ante Cambaceres. Luego llegó el receso veraniego dónde se sumaron 3 refuerzos (Ruíz, Lobos y Gómez). Y ya en el 2012, año que coronaría a Dálmine campeón, empezó de la mejor manera, con un triunfo que será recordado por mucho tiempo ante Defensores Unidos por 3 a 0 con una producción maravillosa del equipo violeta que le propinó un auténtico baile a su clásico rival. Y a la siguiente fecha se trajo tres puntos importantísimos desde Loma Hermosa en su visita a J.J. Urquiza. Tras estos dos buenos resultados, llegaron dos empates, ante Sacachispas en Campana y San Miguel en Los Polvorines.
Pero nuevamente siguió la senda victoriosa con los triunfos ante Luján como local, dónde se volvió a subir a la punta; y Argentino de Merlo como visitante. A partir de ahí Dalmine iba a empezar a perder regularidad; Dock Sud se llevó un punto de Campana y a la siguiente semana en su visita a Rosario también empató, aunque claro está que el punto ante Central Córdoba fue negocio para el Viola. Pero luego se vendrían dos derrotas consecutivas en las que Dálmine volvió a perder la punta a manos de UAI Urquiza: primero, cayó sorpresivamente ante El Porvenir en Campana y unos días después en Berisso ante Berazategui. Dálmine sumaba solo 2 puntos en sus últimas 4 presentaciones y la recuperación debía ser inmediata.
Y así sería, la victoria ante Além le permitió llegar solo un punto por debajo de UAI Urquiza que visitaba Campana en lo que sería una final anticipada entre los dos equipos que pelearon palmo a palmo durante todo el torneo. Y fue triunfo violeta, Dálmine se volvía a subir a la punta y a partir de ahí no se volvería a bajar. A pesar de que a la siguiente fecha cayó derrotado ante Español en el Bajo Flores, UAI Urquiza no pudo aprovechar la oportunidad y ya Dálmine no le volvería a dar ventaja.
La gran victoria ante Laferrere sirvió para reivindicar su condición de puntero, que UAI Urquiza le robó solo por unas horas (ya que jugó su partido antes que el Viola) y el enorme triunfo en Libertad ante Midland fueron los tres puntos que definitivamente le permitieron cortarse por primera vez en el campeonato a cuatro de distancia de UAI Urquiza, que en esa fecha había caído derrotado en Laferrere. Entonces, llegaba al partido ante Liniers con chances de coronarse; claro que para eso debía ganar y esperar una caída de su escolta.
No se dio en esa primera oportunidad. Ante un estadio colmado con unos 7000 hinchas, Liniers se llevaba un empate de Campana y una vez más el equipo de Villegas, todo un karma para el Viola, le arruinaba la fiesta. Para colmo desde Villa Lynch llegaba la noticia de la victoria agónica de la UAI, lo que hacía que ahora la ventaja se reduzca a solo dos puntos. Pero, aún seguía con las chances intactas; debía visitar a Excursionistas y ésta vez debía ganar y esperar que UAI Urquiza no haga lo propio en su visita a Liniers.
El Viola cumplió con su parte y con una gran actuación de todo el equipo consiguió una importantísima goleada a su favor; pero UAI Urquiza que estuvo dos veces abajo en el marcador en su partido, logró revertir el resultado y siguió dándole pelea a Dálmine hasta la última fecha, manteniéndose dos puntos abajo.
Y la tercera sería la vencida. Luego de varias idas y vueltas que acrecentaban la ansiedad, la fecha que en principio debía jugarse el viernes 18, terminó programándose para el jueves 24 de mayo. Día que pasará a la historia del Club, como el día en que Villa Dálmine ganó su octavo ascenso. El rival era Talleres de Escalada, y con la victoria le alcanzaba para ser Campeón sin depender del resultado de la UAI. Y así fue, Dálmine sumó de a tres con un final agónico y pudo dar la vuelta ante su gente, una postal histórica del estadio de Mitre y Puccini que después de 16 años fue testigo de un nuevo equipo Campeón y de una nueva vuelta olímpica.
Lágrimas de emoción, abrazos, risas, cánticos; cada hincha se expresó a su manera, pero en lo que todos coincidieron fue en el grito de “Dale Campeón”. Todo un pueblo festejando este sueño, los más jóvenes que tuvieron la oportunidad de verlo campeón por primera vez, los de más edad que anhelaban recordar viejas épocas, los de siempre que sufrieron durante tantos años acompañándolo en las buenas y en las malas. Todo Campana festeja este título, el más esperado. Dálmine cortó la racha más larga de su historia sin ascensos y ahora se prepara para volver a un lugar que le sienta mucho más cómodo: La Primera “B”.