domingo, 8 de marzo de 2009

Dálmine puntero

Villa Dálmine 2 - Argentino de Rosario 1



No resisten más esos corazones. No resisten más, tampoco, esas gargantas. Son casi 6.000 corazones, casi 6.000 gargantas, que no entienden cómo se puede pasar tan rápido de la desazón a la euforia total, por un camino repleto de angustia y sufrimiento. No lo entienden, no, pero ya lo vivieron ante San Carlos y también ante Berazategui: siempre parece haber un minuto más, un segundo más, para este sueño que hoy vive Villa Dálmine. Y entonces, esos 6.000 corazones, esas 6.000 gargantas, estallan, se abrazan y vuelven a estallar en un grito cargado de esperanza e ilusión, mientras ese puñado de camisetas violetas se derrumban extasiadas sobre la humanidad del uruguayo Néstor Correa, autor, en el minuto 94, del 2-1 con el que Dálmine superó a Argentino de Rosario. Autor del gol que le permitió al Violeta sumar su quinta victoria consecutiva en el campeonato. Autor del 2-1 que estiró a 16 juegos el invicto del equipo de Walter Cataldo. Pero, por sobre todas las cosas, autor del gol que puso a Villa Dálmine en lo más alto de la tabla de posiciones de la Primera ‘C’.
Sí, el Violeta llegó a la cima, a la punta. Escaló 16 posiciones en 16 partidos, con una seguidilla espectacular que incluye 12 triunfos y 4 empates. Y ahora, por diferencia de gol sobre Excursionistas, es el nuevo líder de la divisional. La mesa estaba servida gracias a la derrota del sábado de J.J. Urquiza. Y Dálmine tenía que aprovechar su oportunidad. Y lo hizo. Pero sufrió. Mucho. Muchísimo. Como ante San Carlos (con gol de García) y como ante Berazategui (con gol de Jeandet), la explosión llegó en el último suspiro, en el último minuto. Esta vez fue Correa el héroe de la tarde en Mitre y Puccini, luego de aprovechar un buen pelotazo del Perro Bargas y una descontrolada salida del arquero Acosta. El uruguayo, que estuvo muy cerca de irse del club durante la pretemporada, disfrutó su revancha personal. Relegado con la llegada de Cataldo (debido a los grandes rendimientos de Ubiría), recién en este 2009 empezó a tener minutos, entrando desde el banco. Sin embargo, el gol se le negaba. Tuvo oportunidades contra Sacachispas y también contra Luján, pero siempre le faltaron centímetros de precisión. Y bien guardados los tenía: ayer, cuando Dálmine más lo necesitaba, calibró la mira y supo tocar al gol en la última bola del partido. Y desató una fiesta que comenzó en la cancha y prosiguió luego por todas las calles de la ciudad. Explicar los 93 minutos anteriores al gol no es sencillo. Y puede terminar siendo contradictorio, porque es muy difícil criticar a un equipo que suma 16 juegos sin perder, 5 victorias consecutivas y es el líder de la divisional. Sin embargo, vale la pena remarcarlo: como local, Dálmine muestra más limitaciones que virtudes y, entonces, ante rivales que ven con agrado el empate, termina disputando partidos muy reñidos, sin vuelo futbolístico. Incluso a veces, como ayer frente a Argentino (R), es superado por equipos que son más inteligentes para jugar. Sin embargo (otra vez sin embargo), el Violeta sabe que luchando, y luchando, y luchando, puede, también, conseguir lo que tanto busca. Y entonces lucha, incansablemente, sin bajar los brazos, hasta el último segundo. Y por eso consigue lo que consigue: que 6.000 corazones, que 6.000 gargantas, estallen en ese viaje de la desazón a la euforia total, en un grito que hoy es de gol, pero que, en un futuro no muy lejano, puede ser de campeón.

El Pantallazo

Gran convocatoria de Villa Dálmine con 6000 hinchas entre todos los sectores. La Frattini estuvo completa en un 100% al igual que la platea, mientras que la tribuna de cemento también estuvo muy poblada. Colgaron 70 trapos de alambre, varios tirantes en la zona de la barra y otros 6 trapos largos colgados desde las tres torres de iluminación. La hinchada dio un gran recibimiento con papelitos y el aliento fue implacable, especialmente en los últimos minutos empujando al equipo. Sobre el final, con el gol de Correa no pararon de festejar y la banda se quedó unos 5 minutos más luego de finalizado el partido alentando. Luego, el festejo continuó por las calles de Campana donde una caravana de varios metros festejó la victoria.

Síntesis del Partido

VILLA DALMINE (2): Pablo Borgnia; Leonel Bargas, Julio Navarro y Rodolfo Carmarán; Sergio Coronel, Eduardo Agüego, Horacio Falcón y Cristian Güaymas; Maximiliano Cóceres; Jorge Ubiría y Cristian Jeandet. DT: Walter Cataldo. CAMBIOS: ST Denis Segovia x Eduardo Agüero; 16′ St Néstor Correa x Jorge Ubiría y 37′ St Sebastián Benítz x Maximiliano Cóceres. SUPLENTES: Emanuel Coesta, Alejandro Bertoldi, Carlos Sterki y Hernán García. AMONESTADOS: Leonel Bargas, Eduardo Agüero y Horacio Falcón.

ARGENTINO DE ROSARIO (1): Ariel Acosta; Nicolás Canessa, Juan Cassini, Mauro Belén y Facundo Cattaneo; Diego Villagra, Nicolás San Juan, Santiago Fernández y Roberto González; Diego Bertollo y César Basualdo. DT: Marcelo Straccia. CAMBIOS: 20′ ST Aguirrez x San Juan; 27′ ST Mellado x Bertollo y 36′ ST Tomassini x Basualdo. SUPLENTES: Protti, Sogne, M. Alvarez y R. Martínez. AMONESTADOS: Cattáneo y San Juan.

GOLES: 18′ PT Cristian Jeandet (VD), 14′ ST Cesar Basualdo (AR) y 47′ ST Néstor Correa (VD)
ARBITRO: Ramiro López
CAMPO DE JUEGO: Dálmine (Muy Bueno)
PUBLICO: 6000 personas

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