Tras la confirmación
de Walter Cataldo como Director Técnico, Villa Dálmine y el entrenador
comenzaron con la tarea de conformar el plantel de cara a la temporada
2009/10. En esa tarea, lo primero fue delinear, teniendo en cuenta la
perspectiva de Cataldo y el presupuesto disponible, qué jugadores debían
seguir, de ser posible, en el club. Luego, se debía empezar a cubrir
los puestos que fueran quedando vacantes.
Esta segunda etapa ya comenzó y tiene su primera
confirmación: el arquero Pablo Alejandro De Nicola. De esta manera, el
conjunto Violeta inicia la reconstrucción de su equipo por el propio
arco, luego de que se decidiera que Pablo Borgnia no continuaría en la
institución en la próxima temporada.
De Nicola realizó todas las inferiores en Banfield
(llegó a entrenar con la Primera y a atajar regularmente en la Tercera),
pero su trayectoria profesional comenzó en All Boys (1999-2004), equipo
con el que debutó en el Nacional B. Después, disputó con el Albo las
cuatro temporadas siguientes en la Primera B, hasta su primer cambio de
equipo: para la 2004/05 pasó a Talleres de Remedios de Escalada. Al
terminar esa campaña, volvió por un año a All Boys antes de comenzar su
periplo por la Primera C: Lamadrid (2007/08), Cañuelas (2008, 1ª rueda) y
Sacachispas (2009, 2ª rueda).
El experimentado arquero tiene más de 200 partidos en
el Ascenso de nuestro país y ha convertido 9 goles en su carrera, todos
de penal. El primero fue por la 9ª fecha del Apertura 2002 de la
Primera B, jugando para All Boys. Luego, ejecutó 10 más, fallando
solamente en dos ocasiones. Además, su historia con los penales sumó un
nuevo capítulo durante la 2ª rueda de la pasada temporada: defendiendo
el arco de Sacachispas atajó tres disparos desde los 12 pasos durante
ese lapso.