sábado, 25 de octubre de 2008

Por poco, el milagro no se dio

Barracas Central 2 – Villa Dálmine 2



Había que ver la desazón de Agüero, la calentura de Bargas, la amargura de Falcón, la tristeza de todo Villa Dálmine. Es que tan cerca estuvo, tan cerca de la victoria estuvo el Violeta, que el empate final 2-2 en cancha de Barracas Central le terminó doliendo tanto o más que una derrota, sobre todo si se tiene en cuenta los 21 partidos que ahora acumula Dálmine sin victorias como visitante.
Faltaban menos de 30 segundos cuando el local intentó el enésimo centro y faltaba todavía menos cuando la defensa Violeta rechazó el enésimo intento del Camionero. Pero el rechazo quedó corto, Javier Cisneros volvió a meter la pelota al área y Damian Aiello, tras algunas pifias y rebotes, alcanzó a controlar y a poner la bola sobre el esfuerzo de Pablo Borgnia. Era el 2-2, era la alegría de Barracas Central, el lamento de todo Dálmine. Antes, mucho antes, se había jugado un primer tiempo muy entretenido, en el que Villa Dálmine salió como lo viene haciendo siempre (3-4-1-2), con un planteo que resultó, a la postre de esa etapa, inteligente y eficaz. En una cancha en la que se podía jugar, el Violeta le cedió terreno y el balón a su rival, pero bien parado el fondo y muy atento para soltar el contragolpe. Así, no sorprendió que en los primeros 7 minutos, Ubiría (de gran primer tiempo) inquietara dos veces a la defensa visitante y que Cóceres desaprovechara una buena posibilidad, rematando solo desde la media luna del área. Barracas, a pesar de imponerse territorialmente, apenas si contó con una chance en la cabeza de Meinecke. Dálmine peleaba en el medio y acechaba arriba. Por eso no sorprendió cuando a los 17’, el Mudo Agüero colocó una gran asistencia para Ubiría, quien entrando por derecha marcó el 1-0. Sin embargo, la alegría duró menos de un minuto: a la jugada siguiente, en un tiro libre para Barracas, Meinecke ganó en las alturas y, de cabeza, decretó la igualdad. Tras los goles, bajaron los decibeles, pero cada uno seguía intentando con sus armas. Y así fue como Dálmine llegó al segundo: gran contragolpe manejado por Ubiría, que esquivó un patadón de Caputo y habilitó a Cóceres, quien definió magistralmente ante la salida de Volpe. Era el 2-1 y el Violeta parecía agrandarse. Tres minutos después lo perdió Jeandet, tras eludir un defensor y quedar cara a cara con el arquero. Y en el final de la primera parte, el árbitro Colombo ignoró un claro penal, tras un certero golpe a Julio Navarro en el área de Barracas. Dálmine se iba al vestuario agrandado, mientras que Barracas, sin saber cuáles eran los caminos para llegar a Borgnia. Y en el segundo tiempo, el local siguió perdido en ofensiva, sin recursos ni variantes, pero aprovechó que Dálmine ya no lastimaba de contra y entonces comenzó a apostar por más y más hombres de ataque. No aportaron claridad los relevos para el local y cada intento era abortado por la defensa Violeta (gigantes tareas de Agüero y Navarro). Iba a la carga Barracas, pero chocaba con el fondo de Dálmine, una y otra vez. Y cuando parecía que el partido se moría. Y cuando parecía que se quebraba la adversa racha como visitante, llegó aquella fatídica última bola. Y, entonces, pareció quedarse sin nada el Viola. Aunque no sea así. Porque la amargura del resultado no debe tapar lo bueno que dejó esta actuación. Porque Dálmine, por primera vez en la temporada, suma puntos en tres partidos consecutivos (5 sobre 9). Porque Cataldo sigue invicto (dos empates y una victoria) y porque el equipo parece encontrar su línea. Porque no se marcaban dos goles como visitante desde la 13ª fecha de la temporada pasada (en la actual, en seis partidos sólo se había anotado dos fuera de Campana). Porque jugadores como Agüero, Cóceres y Ubiría vienen levantando su nivel partido tras partido. Todos motivos para pensar que Dálmine está en levantada y que la recuperación está en marcha. La racha como visitante, así, ya encontrará su final. Ahora, a pensar en El Porvenir.

El Pantallazo


De Barracas menos de 300 personas sumando todos los sectores. Alentaron aceptablemente y dieron un buen colorido a su tribuna popular. De Dálmine unas 20 personas detrás del arco de la calle Luna. Gritaron bastante y objetaron algunos fallos del árbitro.

Síntesis del Partido

BARRACAS CENTRAL (2): Victor Volpe; Daniel Caputo, Néstor López, Alejandro Strelau y Pablo Lambermont; Javier Cisneros, Eduardo González, Damián Aiello y David López; Gastón Lezcano y Alberto Meinecke. DT: Armando González. CAMBIOS: 10′ ST Miguel Prado x Daniel Caputo; 15′ ST Fabián Unzurrunzaga x David López y 35′ ST Gabriel Manzini x Javier Cisneros. SUPLENTES: Gastón Cardozo, Marcos Lovos, Eber Molina Ríos y Nicolas Perry. EXPULSADO: 47′ ST Alejandro Strelau.

VILLA DALMINE (2): Pablo Borgnia; Leonel Bargas, Julio Navarro y Alejandro Bertoldi; Enzo Rodríguez, Horacio Falcón, Eduardo Agüero y Cristian Güaymas; Maximiliano Cóceres; Jorge Ubiría y Cristian Jeandet. DT: Walter Cataldo. CAMBIOS: 20′ ST Santiago Bonora x Cristian Güaymas; 30′ ST Jorge González x Cristian Jeandet y 43′ ST Carlos Sterki x Maximiliano Cóceres. SUPLENTES: Emanuel Coesta, Diego Bouquet, Emiliano Forgione y Nicolas Bravo. AMONESTADOS: Enzo Rodríguez y Cristian Jeandet.

GOLES: 16′ PT Jorge Ubiría (VD); 19′ PT Alberto Meinecke (BC); 34′ PT Maxi Cóceres (VD) y 49′ ST Damián Aiello (BC)
ARBITRO: Diego Colombo
CAMPO DE JUEGO: Barracas (Muy Bueno)
PUBLICO: 300 personas

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